En general transcurre como el anterior, sólo que un poco menos perdida y con la novedad de que salgo a ayudar a la chica que recoge las mesas porque han decidido llegar todos a la vez. Para colmo, se disculpan por haberme echo hacer otro trabajo que no es el mío y que la semana que viene llega más gente para que no vuelva a pasar. Yo digo que me da igual que hago cualquier cosa... bueno cualquier cosa sólo a una persona.
Ah, no sé si he dicho que Ricardo me ha dicho que las máquinas de café de España y Portugal no las conocen en Suiza... mucho mejor para los camareros!
Cena con el jefe. Se pone fino a cervezas y conversación con Ricardo, aprendiendo un poco de portugués. Fátima quiere aprender español y la hablo un poco. Mañana vamos a Andermatt.. Oigo que dicen algo de Mónika, la otra chica que está aprendiendo en la caja, supongo que algo de cagarla.. la sobraron un montón de francos.
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